Hace unos días Ana María olvidó su estuche del cole en casa por lo que no tenía sus lápices y colores para trabajar en clase, cuando volvió a casa entró inmediatamente a su habitación a buscar el estuche para asegurarse que realmente estaba allí y que no lo había perdido, en cuanto se dio cuenta que estaba allí entonces me contó lo que le había pasado.

👧🏽»Mamá sabes, hoy llegue al cole y me di cuenta que me había dejado el estuche en casa».

No me gustó escuchar eso, sin embargo pensé en que tenía dos opciones para responder tanto con mis palabras como con mi actitud:

Escena 1: (lo que impulsivamente hubiese hecho)

👧🏽Mamá sabes, hoy llegue al cole y me di cuenta que me había dejado el estuche en casa.

👩🏽¿Otra cosa más que se te olvida? Ana María tienes que ser más responsable, ya tienes seis años, estás en primaria y no es posible que esas cosas tan importantes se te olviden. No es la primera vez que pasa, últimamente se te olvida todo, siempre te he dicho que dejes por la noche todo listo, ¡Lo que pasa contigo es que nunca haces caso!.

Posiblemente se hubiera puesto a llorar y esto me hubiese hecho seguir con mi aburridor discurso para posteriormente sentirnos peor las dos.

Escena 2: (Lo que decidí hacer).

👧🏽Mamá sabes, hoy llegue al cole y me di cuenta que me había dejado el estuche en casa.

👩🏽Oh!!!

👧🏽Imagínate que se me quedó justo encima de mi cama, lo había dejado en el cabecero para no olvidarlo y lo olvidé.

👩🏽Mmmmm.

👧🏽También me pasó la otra vez con el zapatillero. Pero bueno ya sé… lo que voy a hacer es dejar todo listo por la noche en la mochila para que no me vuelva a pasar.

👩🏽ok.

Desde ese día han pasado ya 20 días y ella sola todas las noches se encarga de dejar todo listo para que no se le olvide nada.

Cuando sermoneamos, interrogamos, culpamos o humillamos a nuestros hijos, les resulta difícil pensar de forma constructiva y con claridad. A veces solo necesitamos escuchar o responder con una expresión como “Mmmm”, “Ohhhh” “ya veo” acompañado de una actitud compasiva. Esto ayuda a nuestros hijos a que exploren sus pensamientos, emociones y a que en muchas ocasiones encuentren ellos mismos una solución.

¿Y tú cómo llevas los olvidos de tus hijos?

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Una mamá psicóloga. Milena González

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