Recuerdo un taller en el que un padre de unos 28 años se me acercó y me dijo: Milena mi padre parecía un militar, me hablaba fuerte y me castigaba cuando no hacía las cosas como él quería, tuvo siempre mano dura conmigo y con mis otros dos hermanos y aquí estoy hoy por hoy convertido en un hombre de bien, sin traumas ni rencores, entonces ¿por qué debo educar a mis hijos de otra forma?.
Recuerdo que en ese momento me sentí muy identificada con él y le dije: Si tu padre educándote de la única forma que lo sabía hacer te inspiró a ser el gran hombre que hoy en día eres, imagínate lo que nuestros hijos pueden llegar a ser con unos padres y madres brillantes?
Soy madre de tres y al igual que los padres y madres que he conocido, nuestro deseo es que nuestros hijos de mayores sean felices y que puedan llevar a cabo los planes que se propongan ¿verdad? .
Entonces ahora te pregunto ¿si los educas con las mismas técnicas con las que fuiste educado cuáles son las probabilidades de que esto ocurra?
No reniego de mis padres, son una de las bendiciones que más aprecio en mi vida, pero soy consciente que la forma de educar afortunadamente ha evolucionado y los/as niños/as de hoy no son los mismos que los de ayer.
Yo me identificaba más con una forma de educar basada en la firmeza “yo soy mamá y aquí se hace lo que yo digo” y tenía más la tendencia a corregir cualquier conducta que a mí me pareciera inadecuada sin tener a penas en cuenta la opinión de mis hijas pero poco a poco en esta gran tarea de la maternidad me he dado cuenta que mientras educo a mis tres hijos me “re-educo” yo también.
Ahora cuéntame: ¿Tú eres más de las que tiende a corregir la conducta o de las que “enseña a pensar”?.
De todo esto estaré hablando en nuestra charla GRATUITA que haremos el día 14 de diciembre a las 17:00 horas en Madrid.
Milena, Una mamá psicóloga