Una de las técnicas que se ha hecho más famosa en el mundo de la crianza es la famosa herramienta conductista conocida como «Time Out» o «Tiempo Fuera», también llamada «Silla de pensar» o «Rincón de pensar» . Esta técnica consiste en aislar a tu hijo/a en un lugar determinado de la casa cuando ha tenido un «mal» comportamiento. Puede ser una silla en la cocina, debajo de las escaleras o incluso en el baño de casa, el objetivo es que tu hijo se quede en silencio allí, se tranquilice por sí mismo y reflexione sobre su «mal» comportamiento. Tres acciones que incluso a un adulto nos cuesta llevar a cabo. Te recomiendan además que el tiempo que debe estar allí debe ser acorde con su edad; así pues si tu pequeño tiene dos años, le corresponden dos minutos, cinco años-cinco minutos y así sucesivamente. Además de todo esto te indican que debes asegurarte de que el área de la «pausa obligada» carezca de todo tipo de distracción, como juguetes, televisores y similares, y de que tú no dedicas ningún tipo de atención como por ejemplo hablarle o establecer contacto ocular con tu hijo durante la pausa obligada. Dicho de otra forma, «que se las arregle como pueda, pero de allí tiene que salir y levantarse como una persona nueva» (nótese mi tono irónico); así igual como lo hacemos los mayores cuando nos enfadamos y tenemos también nuestras pataletas.

No puedo dejar de citar a Jane Nelsen cuando dice que «de dónde sacamos la loca idea que para que un niño se porte bien primero debemos hacerlo sentir mal». 

Reflexionar, aprender, o pensar sobre nuestros propios actos es un proceso metacognitivo que no es propio de un niño en su primera infancia (0-7 años). Ayudar a nuestros niños a tranquilizarse, acompañarlos durante esos momentos de crisis o desborde emocional es clave. 

Lo primero que debemos asegurar a nuestros pequeños hijos es el sentimiento de confianza y seguridad «hijo estoy contigo aunque no esté de acuerdo con tu comportamiento». Por tanto nuestro rol como padres y madres debe ser el de un entrenador de vida; aquel que acompaña, comprende, enseña y conecta mientras nuestros niños lo están pasando mal.

En esta entrevista hablo sobre el Tiempo Fuera Positivo como una de las herramientas que nos brinda la Disciplina Positiva para conectar con nuestros hijos y ayudarlos a redirigir su comportamiento pero sobretodo una herramienta que no solo enseña para el momento (interrumpir una conducta específica) sino para la vida (autocontrol, toma de decisiones, respeto, solución de conflictos).

Espero que la disfrutes.

Con amor.

Milena González. Una mamá psicóloga.

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