Una de las herramientas base de la disciplina positiva es la CONEXIÓN antes que la CORRECCIÓN.
Cuando conectamos, la otra persona, en este caso nuestro hijo/a, se siente escuchado, comprendido y valorado.
Estas tres cosas en sí ayudan a que por ejemplo se calmen con mayor facilidad ante una rabieta, que colaboren mejor al recoger los juguetes, al cepillarse los dientes o a lidiar con las peleas entre hermanos.
Podemos conectar con nuestros hijos de diferentes formas, pero una forma respetuosa y efectiva es ponernos a su altura.
¿A que se siente bien cuando como adultos hablamos con alguien que nos mira y nos muestra que es importante lo que le decimos?.
Lo mismo pasa con nuestros hijos. Estos son algunos de los beneficios que conseguimos cuando hablamos con nuestros hijos poniéndonos a su altura:
1. Promueves la inteligencia emocional
2. Alimentas su autoestima
3. Le enseñas a hablar con serenidad
4. Fortaleces tu vínculo mamá-hijo/a
5. Estableces empatía
6. Ofreces contacto visual
Recuerda, educamos para el momento y para la vida 😚