Amabilidad no significa que no me guíes ni me orientes, significa que mientras me enseñas no me hieres.

No, ser amable no significa complacer a mis hijos en todo lo que desean, rescatarles o protegerles de cualquier situación que les pueda decepcionar, dejarles hacer lo que quieren, no eso no es amabilidad, eso se llama permisividad.

Ser amables es tratar a mis hijos con el mismo respeto como me gustaría a mi ser tratada por otra persona y como yo trataría a los demás, ser amable es verle como un ser digno y con capacidades, pero sobretodo ser amables con mis hijos significa orientarles y guiarles sin herirles mientras les enseño.

¿Fácil? No, no lo es, de hecho es más «difícil» si lo miro desde mi ego al no ver un «cambio de comportamiento» a corto plazo como sí lo harían los castigos, los gritos o los chantajes, “cambios” de comportamiento gran parte de las veces a costa de su autoestima en construcción 😔.

Como mamá me equivoco mucho pero estoy convencida que educar con amabilidad y firmeza es una de las mejores decisiones que he tomado en mi labor de madre, y cuando siento que mis emociones me quieren desbordar entonces recuerdo que estoy educando no solo para el momento sino para la vida.

Milena González, Una mamá psicóloga

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